18.9.06

En el sofá

Entró al salón corriendo, esperando encontrarla para contarle lo sucedido. Su rostro cambió, los ojos se enternecieron y una ligera sonrisa apareció. En efecto, allí estaba ella, dormida. Tumbada en el sofá, el pelo le caía por la cara y su expresión invitaba a cualquier humano a la tranquilidad. Se acercó a ella, apartó el libro que la acompañaba y ligeramente se deslizo junto a su cuerpo en el sofá; la abrazó y ella dejándose abrazar susurró,¿qué tal el día?, él, acariciandole el pelo respondió, shhhhhh! el día es ahora. La besó en la frente y sus cuerpos se acoplaron, el viejo sillón parecía absorverlos y el sueño placentero oscureció la habitación.

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