Cambios

Siempre he pensado que los cambios, para bien o para mal, son buenos.

Buenos en el sentido que aportan algo más en la vida. Toda acción conlleva una consecuencia por pequeña que sea y aunque en el momento no seamos capaces de apreciarlo, aparece una arruga más al rostro de la sabiduría. Algo tan trascendental como vivir solo, conocer nuevas personas, nuevas formas de ver la vida, hasta cosas tan absurdas como un beso entre amigos en una borrachera, perfilan esa actitud que te permite llegar a la paranoia o a la madurez, aunque nunca he sabido en que punto realmente se separan ambos conceptos.

Si no realizamos ese paso, ese cambio, si no nos atravemos a dejar a esa persona, a mudarnos de ciudad, a besar y sentir el beso, a cortarnos el pelo o simplemente cambiar de dirección al dirigirnos al trabajo ¿qué conseguimos? hacernos un lifting en la vida...

(imagen de Dalí)