Siempre se dice que "quien tiene un amigo tiene un tesoro". Como todo tesoro, que tenemos que encontrar, hay riesgos; en ocasiones, mapas equívocos conducen hasta tesoros de hojalata; la búsqueda puede tener tormentas que hundan nuestro barco, desiertos que ahoguen nuestra sed o incluso, bosques que nos atrapen en su espesura; o puede que nuestro camino esté bien delimitado y lo hayemos facilmente, en este caso, permitánme que me cuestione la veracidad del tesoro. Una vez pasado todos los buenos y malos momentos del viaje, llegamos a esa gruta escondida, donde se encuentra nuestra fortuna...¡qué felicidad! en cuestión de segundos nos hemos hecho ricos. Intentado subir el enorme cofre en el barco, comprobamos su pesadez, uf! costará subirlo, pero merece la pena el sacrifio. Una vez subido y apreciada la majestuosidad de lo ganado, sólo nos queda disfrutarlo y saber invertirlo, no malgastarlo...
Todo en esta vida es un esfuerzo, ya sea tu trabajo, tu pareja, tu familia, tus amigos. Alguien me dijo una vez que lo díficil no es conseguirlo,lo díficil es mantenerlo; tormentas, sed, calor, etc, encontraremos a lo largo del recorrido, de nosotros depende valorar (o simplemente darnos cuenta) si el "tesoro" merece la pena.
No todo son risas y buenos momentos...
(gracias peque, ya quemaremos lo malo en la moraga)
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2 comentarios:
Los tesoros no existen, solo existen los buscadores, que luchan por encontrar lo que delante de sus narices ya tienen. O no es así, buscadora de tesoros?
si no hay tesoro, para qué ser buscadora?
Existen tesoros que no se hacen valer, a pesar de tenerlos "tan cerca" no los vemos...
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