Noches locas

El encanto de ser joven, la suerte de vivir en estos años de locura y desenfreno (mezclados con una gotita de madurez, que da a la vida ese toque de contraluz). Noches de playa en pueblos desconocidos, lugares que te impulsan a dejar atrás todo aquello que te mantiene sujeto a la monotonía diaria, lugares donde aparece el lado que en pocas ocasiones muestras.
La noche, lugar de encuentro de distintos seres y especies que van a los locales dispuestos a dar lo mejor de sí, y a ser posible, llegar con recompesa a casa.
Luces y copas de desinhibición envuelven a las criaturas. Baile de máscaras, que se nublan a medida que pasa la noche, piratas en busca de alguna isla que abordar. Y tú, entre esta vorágine de sucesos, luchando por mantener una poca estabilidad, observas como acercan sus barcos, como sus tripulantes deciden quién se quedará con el tesoro...Más ahogada que en tierra firme, marchas con el ganador, que ancla en el puerto sur de tu isla.....
La mañana ya está aquí, todo desalojado, pasas factura a los daños del abordaje, pocos en la superficie, pero habrá que limpiar bien el fondo.