¿Cuánto tiempo habéis pasado en una estación?. Si lo pensamos bien, seguro que todos hemos ido a recibir a alguien, a despedirlo, o a coger algún autobús o tren que nos llevara a otro lugar.
Sentada en el andén, esperando un autobús sin destino definido, observas todas esas personas anónimas, que igual que tú, esperan; unas acompañadas, otras solitarias. He podido comprobar que no hay mayor muestra de amor (no hablo solo de amor de pareja) que una despedida o un reencuentro. Una pareja, un beso, cuanto te echaré de menos, un abrazo, te quiero; una madre, un hijo, un beso, te echaré de menos, te quiero; dos amigos, un abrazo, te echaré de menos, se quieren... todo es lo mismo, no vas a despedir a alguien que apenas te importa.¿ Y los reencuentros? bajas, ilusionado, miras rapidamente la estación, buscas, ahí está, sonríes, abrazas, besas, ¡cuánto te eché de menos!.
Es impresionante tantas muestras de cariño en espacios tan reducidos. A mi derecha, veo unos padres que se despiden por primera vez de su hijo, sus caras son una mezcla de felicidad y tristeza, abrígate, si sucede algo llama. A mi izquierda, una pareja se besa, ¿cuándo vuelves?, que pronto te vas... alucinante.
Aún recuerdo una despedida en la que intentaba explicar por gestos que diera un toque al llegar; también recuerdo una llegada, impaciente por encontrarlo en la estación.
Hay una escena en la película "Love Actually" que muestra estas escenas (creo que la película me gustó por esa escena).
Un secreto: a veces robo parte de estas sensaciones o sentimientos que corre por el aire de los andenes. Llamenme ladrona, pero el amor que se puede respirar, es puro y aunque no vaya contigo, la felicidad se transmite.
(...próximo destino...)
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2 comentarios:
je... yo ya odio las estaciones... yo no robo sentimientos, sólo los envidio. y el odio nace quizá de querer vivir más encuentros que no se producen. y nace también de recordar algunas despedidas que aún me parecen demasiado.. demasiado -asecas-. y cuando voy por motivos ajenos a los que recuerdo y espero líneas más arriba, me gustaría llevar un hacha conmigo e ir arrancando manos agarradas, o besos de andén.... je, un poco sangriento.. pero es así, a lo allymcbeal.
como la canción de césar «ya no voy cortando rosas de camino hacia tu casa, y a la vuelta las he ido quemando para que nadie pueda llevarlas...»
A mí nunca me han despedido en la estación... esa experiencia que os lleváis
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